Acabados personalizados para este asiento en la Embajada de Turquía en Alemania
Nombre del Proyecto: | Turkish Embassy |
Año de Desarrollo: | 2013 |
País: | Alemania |
Localidad: | Berlin |
Butacas instaladas: | Flex 6035 |
Capacidad: | 108 |
Segmentos: | Butacas fijas |
Venues: | Auditorios y Conferencias |
Estudio de Arquitectura: | NSH Architekten |
Una embajada no solo es la delegación diplomática de un país en otro país. Representa la imagen que quiere proyectar y los valores que quiere mostrar en otro país. Por eso, la nueva embajada de Turquía - un país que aspira a formar parte de la Unión Europea- en Berlín - la capital del país que rige Europa y el país que acoge a cerca de 2 millones de turcos- no era un proyecto sencillo de realizar. El estudio de arquitectos nsh architekten fue el seleccionado para esta tarea, gracias a un proyecto que es una metáfora del país y de su encaje europeo. Turquía no quería perder su carácter, pero no quería ser representada de una manera tradicional y otomana. Por eso, el edificio es el reflejo de la Turquía moderna, pero sin olvidar que el 97% de su territorio está situado en Anatolia.
Por eso, el edificio está lleno de símbolos. Su fachada está realizada en piedra caliza turca, la misma que reviste el mausoleo de Ataruk, el fundador del estado turco actual. La gran entrada, en cobre y con una media luna, es el elemento que simboliza el carácter turco, abierto y acogedor. El edificio está dividido en tres espacios claramente definos: el Palacio, la Ciudad y el Bósforo. El primero, de forma cúbica, representa a Asia, sus valores y su cultura, y contiene las salas oficiales. Es aquí donde se ha revestido la fachada de un girih tradicional turco, que da a la fachada gris un aspecto elegantemente oriental. La ciudad, en la que se instalan las oficinas de la embajada, representa a Europa, y en esta zona se usa el vidrio como símbolo de los cánones europeos. Finalmente, entre ambas zonas, se levanta el Bósforo, un distribuidor, nexo de unión entre ambas partes. A destacar también el uso de la luz en este edificio. Exteriormente puede parecer el típico edificio berlinés, pero en su interior, la luz natural invade todas las estancias. Otra metáfora más.
Para obtener la máxima optimización del espacio, es imprescindible describir claramente el uso de la sala desde el inicio del proyecto para adecuar la obra a la posterior instalación del equipamiento. En el caso del auditorio de la embajada, al inicio del proyecto para la instalación de las butacas, se constató que debía usarse un asiento de amplias proporciones en un espacio entregradas de 900mm. Para poder ofrecer la comodidad necesaria, se optó por un tipo de asiento que permite la máxima optimización del espacio, ya que una vez plegado ocupa solamente 36 cm, ofreciendo un paso entre filas de 54,6 cm, cuando la normativa alemana exige 45 cm como mínimo. Otro reto fue el aspecto estético, ya que las butacas debían usar los mismos tonos de verde que se encuentran en otros espacios del edificio. Así, las butacas están realizadas en tres tipos diferentes de piel verde.
El acogedor auditorio de la embajada está equipado con 108 butacas Flex 6035, en diferentes tonos de piel verde. Este modelo ofrece un gran confort en gradas de poca profundidad, así como un acabado estético moderno y uniforme. Realizadas en el sistema Semintegral Form, se trata de butacas que ofrecerán una gran resistencia al paso del tiempo, ya que son indeformables. Gracias a su tecnología softsystem, de retorno silencioso, a su diseño ergonómico y a la gran amplitud de su reposabrazos, se trata de un modelo que ofrece un gran confort al usuario.